La obra narra las peripecias de un grupo de actores profesionales que intentan poner en escena una comedia clásica, pero que se enfrentan a todo tipo de contratiempos: desde el olvido de los textos, pasando por los problemas técnicos, hasta las rivalidades y enredos amorosos entre los miembros del reparto. El resultado es una función caótica y disparatada, donde el público se convierte en cómplice y testigo de las desventuras de estos actores que no pierden la ilusión ni el humor.
La práctica teatral implica el aprendizaje y entrenamiento de multitud de competencias: control y expresión del cuerpo y la voz, ritmo, imaginación, creatividad, trabajo en equipo, seguridad, autoestima, confianza…La formación del actor es por tanto una formación global que enriquece todas las áreas de su vida, más allá del escenario. Nuestros alumnos, aprenden a tomar conciencia de su propio cuerpo, de sus límites y posibilidades, aprenden a proyectar su voz, y aprenden a direccionar su energía. Con todo ello empiezan a confiar en sí mismos, a implicarse en un proyecto común, a proponer ideas, y a coordinarse con sus compañeros. Lo viven además como una experiencia emocionante y divertida, lo que tiene un impacto muy positivo que seguro les servirá para toda la vida… Esto es teatro, quien lo probó lo sabe.
DIRECCIÓN
Jordi Aguilera