En el convento de Santa María están teniendo problemas con las ventas de sus productos. Su famoso licor ya no se vende y necesitan ingresos para arreglar el techo del convento. El Sr. Obispo envía una nueva novicia que revolucionará el convento con sus nuevas ideas.
La práctica teatral implica el aprendizaje y entrenamiento de multitud de competencias: control y expresión del cuerpo y la voz, ritmo, imaginación, creatividad, trabajo en equipo, seguridad, autoestima, confianza…La formación del actor es por tanto una formación global que enriquece todas las áreas de su vida, más allá del escenario. Nuestros alumnos, aprenden a tomar conciencia de su propio cuerpo, de sus límites y posibilidades, aprenden a proyectar su voz, y aprenden a direccionar su energía. Con todo ello empiezan a confiar en sí mismos, a implicarse en un proyecto común, a proponer ideas, y a coordinarse con sus compañeros. Lo viven además como una experiencia emocionante y divertida, lo que tiene un impacto muy positivo que seguro les servirá para toda la vida… Esto es teatro, quien lo probó lo sabe.
DIRECCIÓN
Rosa Ruíz
ILUMINACIÓN Y SONIDO
Lara Carrasco